GPPAN CDMX A 21 DE JUNIO DE 2020

El engaño es su “nueva normalidad”
Excélsior
Dip. Federico Döring Casar

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Otra vez, perdón, pero se los dije, desde hace cinco semanas lo vengo diciendo: la jefa de Gobierno se equivoca en cada decisión de su plan de regreso a la “nueva normalidad”.

Es un plan que no tiene pies ni cabezas, fue aventurado e irresponsable, decidió mandar a la calle a las personas, jugando con su necesidad y anteponiendo su salud, les anunció que el semáforo cambiaría paulatinamente a naranja esta semana y, en el último momento, no sólo no cambió de color, sino que metió reversa a su plan. Por supuesto que iba a fallar, cuando estamos en medio del pico de contagios y de muertes, en el que la CDMX se ubica como la principal entidad de foco rojo, mandar a la gente a la calle no sólo era imprudente, sino que raya, sin exagerar, en acción casi de criminalidad.

Se juega con la necesidad de las personas sin darles certidumbre del rumbo y estrategia del gobierno, se les dijo que todo estaba por terminar, pero todo era una mentira. Sin embargo, el daño está hecho, basta con asomarse a la calle para ver que hay tráfico, hay gente exponiéndose, sin el menor cuidado porque les dijeron que ya estábamos en un mejor lugar y que las condiciones eran óptimas para relajar las medidas.

Esta política del tanteo a la que Sheinbaum le apuesta es irresponsable. Si fueran congruentes deberíamos estar viendo funcionarios renunciar, pero no lo son. No duden en que se va a seguir equivocando mientras no sea capaz de sentarse a hablar con los distintos sectores de la sociedad. Mientras siga leyendo el guión que dicta  desde su oficina, la mandataria seguirá poniendo en riesgo la vida de los capitalinos.

Es cierto que el llamado al distanciamiento social para reducir los contagios en México no ha tenido el mejor recibimiento entre los ciudadanos, ¿cómo lo iba a tener con un Andrés Manuel López Obrador que sale todos los días sin  cubrebocas, invitando a la gente a abrazarse, asegurando que la mejor protección es una bola de sus fantocherias. 

Con el paso de las semanas, tanto el gobierno federal como el local han perdido toda credibilidad para justificar sus planes. Mientras López-Gatell sale a mostrar una curva de contagios y fallecimientos que no sólo no empata con la realidad, sino hasta la contradice, situación que ha llevado a tener un pleito abierto con Sheinbaum, quien da la batalla en las juntas de gabinete, pero en la realidad termina plegándose a la sinrazón de su Presidente.

Noticia aparte, y a pesar del previsible recule de su plan, es que la jefa de Gobierno se seguirá equivocando. Mientras siga apostándole a su política del tanteo, continuará jugando con la vida de los ciudadanos.

Los más de 40 mil casos y poco más de cinco mil muertes están en sus manos, porque tan grave es la imprudencia de quien no se cuida, como quien falla en su más grande responsabilidad que es la de cuidar a los ciudadanos.

 

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