GPPAN CDMX A 16 DE AGOSTO DE 2020

El gobierno de las maquetas
Excélsior
Dip. Federico Döring Casar

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  • Más allá de la naturaleza del proyecto y su beneficio, pues en principio es una buena idea conectar las secciones del Bosque, el problema, como siempre, es de forma y fondo.

A la actual administración al frente de la Ciudad de México le gusta jugar a que gobierna con actos ficticios y simbólicos, pero sin contenido ni respaldo jurídico.

Así como se improvisó la estrategia en contra del covid-19, ahora la jefa de Gobierno preparó una maqueta para lo que será la intervención más importante del Bosque de Chapultepec de la cual se tenga registro en los últimos años.

En una intervención conjunta entre los gobiernos federal y local, esta semana se transfirieron 96 millones de pesos al gobierno de la Ciudad de México para que se inicien los trabajos de interconexión de las dos secciones más visitadas del Bosque de Chapultepec, de lo que se proyecta será una restauración ambiental y cultural con una inversión que superará los mil millones de pesos.

Pero, como todo proyecto relevante que lanza Claudia Sheinbaum, éste inicia con el pie izquierdo. Se lanza a desdoblar una maqueta que difícilmente se puede manejar, mucho menos entender, pero más allá de eso, presenta un plan sin los instrumentos legales mínimos que obliga el marco normativo.

El Bosque de Chapultepec es un área de valor ambiental, por lo cual tiene la obligación de hacer una consulta previa al Consejo Rector Ciudadano, lo cual hoy todavía no ha ocurrido. Por otra parte, la Ley Ambiental de Protección a la Tierra obliga a que se presente un dictamen de impacto ambiental, el cual también está ausente.

Más allá de la naturaleza del proyecto y su beneficio, pues en principio es buena idea conectar las secciones del Bosque, el problema, como siempre, es de forma y fondo. No se entiende como alguien que ya estuvo al frente de una Alcaldía y que ya lleva dos años en el gobierno falle en los procedimientos de ley y menosprecie la opinión ciudadana. Y esta no es la primera vez que lo hace. 

Ahí tiene el caso de la construcción del puente vehicular en la Alcaldía de Xochimilco, el cual se encuentra detenido por un aparente daño ambiental que podría ocasionar a un Área Natural Protegida, y el cablebus proyectado para las zonas altas de la CDMX anunciado sin contar con derecho de vía.

Los casos podrían seguir, pero no hay forma en la que se pueda justificar la falta de pericia para seguir los procesos legales de los proyectos que impactan a la ciudad.

  • Hoy, en vez de poder discutir el proyecto cultural que representa la intervención a Chapultepec, nos tendremos que detener a revisar sus inconsistencias que violan la ley porque no se cuenta con los documentos que respalden su legalidad.

Una vez más, se tendrán que hacer entuertos jurídicos para darle forma y fondo a una maqueta hueca.

Por lo menos, la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial, que hoy encabeza Mariana Boy, tuvo la sensibilidad que a la jefa de Gobierno le faltó y ya anunció que verificará de principio a fin la legalidad y sustentabilidad de la obra. 

Pero faltan los vecinos, los ciudadanos, a los que no podrá burlar ni con maquetas ni laberintos  discursivos.

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