GPPAN CDMX A 22 DE NOVIEMBRE DE 2020

La imagen de la realidad 2020
Excélsior
Dip. Federico Döring Casar

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  • En las últimas dos semanas, las muertes por Covid-19 se incrementaron en un 61%.

El Gobierno podrá dar forzados discursos y montar realidades torcidas sobre la pandemia de COVID-19 en la Ciudad de México, pero lo cierto es que las cifras cuentan una historia totalmente distinta.
Los huérfanos, las viudas y los viudos de las más de 13 mil víctimas fatales de la enfermedad en la CDMX narran una tragedia que pudo haber sido prevenida, que pudo ser de alguna forma contenida, pero la Jefa de Gobierno no tuvo la voluntad para contradecir a su mentor López Obrador.

Desde el inicio de la pandemia el gobierno encabezado por MORENA, tanto en los Estados como en la Federación, se resistió a tomar en serio la gravedad de la pandemia, se tardó en adoptar las medidas necesarias para minimizar el impacto, no aprendió de la experiencia de otros países.
Se les advirtió que la estrategia estaba mal planteada, porque nunca tuvo como eje rector el cuidado de la salud y vida de los ciudadanos; por el contrario, siempre tuvo un enfoque conservador, económico, que no manchara su imagen.

Sheinbaum dejó que la pandemia brotara y poco a poco se le ha ido escapando de las manos, pese al manejo amañado de las cifras, hoy estas le echan en cara su error y hablan por sí mismas. Tan solo en las últimas dos semanas las muertes por el virus incrementaron en un 61%, lo que marca el claro inicio del llamado rebrote –aunque en realidad nuca hubo una baja.

El manejo del semáforo en la Ciudad ha sido en realidad una brújula económica para la mandataria, cambiando los colores a modo con el fin de forzar una reapertura en la que siempre prevaleció la visión de Midas por encima de la de Hipócrates. De humanista, solidaria y de izquierda no hay absolutamente nada en el corazón de la mujer que gobierna la CDMX.

Me pregunto si Sheinbaum duerme tranquila. Una científica que sabía la fórmula para salvar las vidas de los ciudadanos y la vendió por dinero, por sucumbir a la presión de López Obrador y el charlatan de López-Gatell.
En este  año, Sheinbaum ha gastado alrededor de 400 millones de pesos en promoción de su imagen, casi el doble que en 2019. En un año de pandemia, prefirió gastar dinero en vender una imagen que no corresponde con la verdad, y aunque ella alega que solo fue la mitad de eso, el escándalo es completo.

Ese dinero no se gastó en campañas de concientización o de prevención de la epidemia, tampoco se fueron a campañas para prevenir los contagios o para comprar más  pruebas, tampoco fue para  comprar equipos médicos ni ventiladores que hoy tanto se ocupan. Ese dinero se usó para promocionar su imagen y no la difícil realidad.

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